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martes, 27 de noviembre de 2012

¡Plato de lengua!

v  Futuros gobernantes ¿Les van a pedir paciencia a  trabajadores que echarán a la calle,  para ajustar  la plantilla laboral o para cederle el puesto a personal nuevo, amigo o apoyador de campaña, cuando existen brutales problemas de desempleo y pobreza en Tabasco?
v  ¿Les pedirán paciencia a burócratas que vayan a votar a la calle, sin antes haber creado las suficientes oportunidades para que encuentren otro empleo, o se auto empleen?
v  ¿Van a pedirle paciencia a la comunidad azotada terriblemente por la delincuencia y otros males?
v  ¿Les pedirán paciencia a maestros y alumnos cuyas escuelas carecen de todo o se están cayendo a pedazos?
v  ¿Van a pedirle paciencia a padres de familia que  no tienen con qué vestir, alimentar y educar a los suyos, y por eso están al borde del suicidio?
v  ¡Ustedes, gobernantes! No deberán encerrarse en la confortabilidad de sus despachos, en las paredes de sus Palacios, en la cerrazón ni su soberbia, en las excusas ni en los pretextos, en los halagos de sus ensalzadores ni en la brusquedad de sus «guaruras», tampoco en la descortesía y valemadrismo de los «Tapapuertas»

Paciencia le piden al pueblo los presidentes municipales electos, del PRD y del PRI, pero no solo por lo que falta de las actuales administraciones públicas municipales, si no por un buen tramo de las que entrarán a partir del uno de enero del 2013.
   
Es que todavía no toman el poder, ni conocen las condiciones en que recibirán los ayuntamientos, y los alcaldes electos juzgan que les entregarán estados financieros con abundantes problemas; parques vehiculares en ruinas; edificios públicos muy deteriorados, deudas enormes; nóminas «infladas» y múltiples dificultades más que harán difícil, no solo iniciar sino mantener en funciones de manera regular el gobierno que encabezarán.
   
Desde ahora acusan a quienes relevarán en el poder público municipal, de corruptos, despilfarradores, ladrones, simuladores, y toda clase de adjetivos desfavorables que los colocan, a los salientes, en una posición despreciativa frente a la opinión pública y la ciudadanía, y como probables delincuentes ante la Ley.
  
 Lo malo es que, una vez en el poder, a los nuevos presidentes municipales los asalta la amnesia, se hacen «De la vista gorda», o simple y sencillamente no pueden probar las acusaciones que antes, en campaña, o durante la espera de tomar el mando, ya electos, les realizan a los alcaldes todavía en funciones. Por ello nada pasa después, nadie es demandado ante las autoridades correspondientes, no se investiga, no se lleva a juicio y menos se castiga a los tan previamente señalados culpables, ya ha habido muestras fehacientes de ello.
  
Muchos son los que piensan que la actitud que toman hoy día, mientras llegan, los alcaldes electos, es para «Curarse en salud» ante los retos que enfrentarán a partir del uno de enero próximo. Prometieron hasta las «Perlas de la virgen» para ganar el pasado uno de julio, y ante la fuerza de la realidad que vivimos los tabasqueños en las cuatro regiones de la entidad, ante la gran «cascada» de compromisos contraídos, y frente a los múltiples problemas que agobian a los ciudadanos en lo individual y en lo colectivo, quienes gobernarán a partir de enero buscan la forma de «zafarse» un poco, o mucho, de lo que irresponsablemente ofrecieron a sus electores y futuros gobernados.

Con seguridad comprobarán que no es igual soltar la lengua sin ton ni son para ganar adeptos en tiempos de campañas. Cuando reciban el poder, tendrán que poner a prueba toda la capacidad que aseguraron tener para sacar adelante el proyecto de gobierno que ofertaron. Tendrán que actuar con toda la responsabilidad a que se comprometieron, y si hay culpables de ilícitos, como hoy se empeñan en señalar, tendrán que llevarlos a juicio como lo han ofrecido, de no hacerlo así, caerán en la trampa de sus propios dichos y aseveraciones que, quedará comprobado, habrán vertido solo como «Parche antes del grano» y como fórmula para borrar de raíz las expectativas creadas, y falsas esperanzas, entre los ciudadanos que los llevaron al poder.
   
Paciencia piden los herederos del poder, sin embargo, bien harían en preparar bien sus proyectos de gobierno y en escoger a quienes los acompañarán en la tarea de gobernar. Los tabasqueños necesitamos eficiencia y eficacia, lo que los responsables de administrar los recursos alcanzarán a base de talento y capacidad, de actuar con justicia y dentro de los márgenes de la ley, pero también en el marco del buen juicio y del sentido común.
   
¿Le vas a pedir paciencia al trabajador que echarán a la calle, para ajustar la plantilla laboral o para cederle el puesto a personal nuevo, amigo o apoyador de campaña, cuando existen brutales problemas de desempleo y pobreza en Tabasco? ¿Le pedirás paciencia a un burócrata que vayas a votar a la calle, sin antes haber creado las suficientes oportunidades para que encuentre otro empleo o se auto emplee? ¿Vas a pedirle paciencia a una comunidad azotada terriblemente por la delincuencia? ¿Pedirás paciencia a un maestro y sus alumnos cuya escuela se está cayendo a pedazos? ¿Vas a pedirle paciencia a un padre de familia que no tiene con qué vestir, alimentar y educar a los suyos, y por eso está al borde del suicidio?
    
Lo que tendrás que hacer, futuro gobernante, es rodearte de gente capaz, sensible a los problemas y carencias del pueblo, funcionarios lo suficientemente honestos y eficientes.
    
Y tú, gobernante,  ¡no deberás encerrarte en la confortabilidad de tu despacho, en las paredes de Palacio, en la cerrazón ni tu soberbia, en las excusas ni en los pretextos, en los halagos de tus ensalzadores ni en la brusquedad de tus «guaruras», tampoco en la descortesía y valemadrismo de los «Tapapuertas».
    
Tu compromiso es atender a la ciudadanía, tu misión, gobernante, cumplirle bien al pueblo, practicar un gobierno de puertas abiertas, de diálogo, pero sobre todo de respuestas positivas, de solución a los diversos problemas, porque eso fue lo que ofreciste en campaña y los tabasqueños de cada uno de los municipios, es lo que esperamos, anhelamos, y a eso aspiramos; un gobierno que genere soluciones no más problemas, administraciones públicas que impulsen y propicien desarrollo, crecimiento y bienestar sostenido, no mayor miseria, desempleo, inseguridad, encono y desesperanza.
    
¿Paciencia? El pueblo la ha tenido, por eso ha buscado un cambio por la vía pacífica a través del voto libre, secreto y directo, de otra manera, Tabasco estaría hoy bañado en sangre y sembrado de muertos, aunque no todavía no hay mucho que festejar, pues nuestra tierra hoy está sembrada de incertidumbre, de pobreza, de falta de oportunidades, y por tanto, de desesperanza. ¿Paciencia?... (JRSL)

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