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viernes, 17 de agosto de 2012

Gobierno que privilegia al ser humano por encima de las cosas materiales


Una vez más la naturaleza nos ha puesto a prueba a los tabasqueños y al gobierno que jefatura el químico Andrés Rafael Granier Melo. El huracán «Ernesto» causó daños a viviendas, infraestructura productiva, equipos y artes de pesca, y caminos en tres municipios de Tabasco; Paraíso, Cárdenas y Huimanguillo, y provocó encharcamientos y anegaciones en otras partes del estado. Las inclemencias del tiempo dejaron también, además de daños materiales, dos pérdidas humanas que lamentar.

Quizá los daños hubieran sido mayores, solo que los esfuerzos del gobierno del estado y la disposición del pueblo tabasqueño a cooperar, han rendido sus frutos en la práctica y arraigo de la cultura de la prevención.
Esto último, en lo que han intervenido de manera importante las tres instancias de gobierno a través de diversas dependencias, así como el ejército mexicano y la marina armada de México mediante sus planes DN-III y Marina, respectivamente, ha dado excelentes resultados, ya que una adecuada planeación, una buena organización y colaboración, han permitido atender de manera puntual e inmediata todos los requerimientos que conlleva proteger y auxiliar a la población en riesgo, frente a determinada contingencia natural o provocada.

Por eso cobra especial significado la forma de actuar del gobernador Granier Melo, quien ha impulsado siempre, desde que gobernó el municipio de Centro, la cultura de la prevención como forma permanente de evitar, o atenuar, riesgos a la población civil que, en los últimos años, y en especial del 2007 a la fecha, ha enfrentado fuertes problemas generados por el impacto de fenómenos hidrometeorológicos: desde la destrucción de infraestructura vial y productiva en todos los aspectos, hasta enormes pérdidas económicas y la agudización de la pobreza.

En todos y cada uno de tales episodios y circunstancias, ha estado siempre dispuesta la presencia del mandatario estatal para atender las necesidades primordiales de la población afectada. Lo mismo se le ve al químico Granier en reuniones de planeación y evaluación de los avances de acciones emprendidas, que en los lugares afectados para conocer de manera directa la situación y la magnitud de los desastres, lo que le permite ordenar y dirigir la más adecuada de las respuestas ante las emergencias, privilegiando siempre el rescate y seguridad de las personas, y la protección de sus bienes, por encima de las cosas materiales.

Esto habla de la calidad humana de quien gobierna Tabasco y está a poco más de cuatro meses de cumplir su mandato, del carácter y firmeza con que encara todas y cada una de las adversidades que se le presentan en la difícil tarea de gobernar, de la determinación de cumplir con su responsabilidad hasta el último día de gestión, sin tomar en cuenta voces discordantes, sin prestar atención a sus detractores y malquerientes, sin responder a sus enemigos políticos, dedicado solo a servir, a gobernar para todos sin distingo alguno.

Andrés Granier, en el último tramo de su gobierno, tiene muy claros sus objetivos y muy presentes sus responsabilidades. Si lo ha hecho bien o mal, en su momento el pueblo y la historia lo juzgarán. Los cientos de miles de tabasqueños que durante casi seis años de circunstancias difíciles han recibido el apoyo de su gobierno, son los que saben bien a bien lo que por ellos ha hecho quien ha privilegiado al ser humano por encima de las cosas materiales.

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