Buscar este blog

martes, 25 de junio de 2013


Panorama incierto, cruda realidad

 

v La mitad del primer año de gobierno se les ha ido a los responsables del ejercicio del poder, en la permanente construcción de cortinas de humo en tanto tratan de hilvanar un proyecto de gobierno que hasta ahora no se conoce.

v Hombres y mujeres que ahora se sienten engañados, hacen público su malestar y reclamos de cumplimiento a las promesas por parte del gobierno del cambio verdadero.

v Los ciudadanos exigen atención a sus peticiones y solución pronta y definitiva a los problemas planteados.

v El pueblo percibe gigantescas murallas de soberbia, incomprensión, incapacidad e ineficiencia de un gabinete variopinto en el que abundan arrepentidos ideológicos, buscadores de fortuna, mercenarios y aventureros políticos, ambiciosos de poder, y novatos inconscientes.

v La obra pública no acaba de arrancar, los apoyos sociales no se ven por ningún lado, la credibilidad en el gobierno del Cambio Verdadero se cae a pedazos todos los días, a cada rato se denuncian públicamente abusos y maltratos en las diferentes dependencias.

 

José Rafael Soberanez León

 

Los meses del gobierno del Cambio Verdadero avanzan de prisa, y el desencanto de los tabasqueños igual. La abrumadora problemática que enfrenta la población en general, es generada por asuntos que tienen que ver con el desempleo, la inseguridad, la carestía galopante de los productos básicos y los servicios, entre otras cosas que no hacen más que agudizar la angustia y desesperación de las familias que no saben a que «Santo encomendarse», pero también influyen en la decepción e incertidumbre que siente el pueblo, actitudes revanchistas, de odio y rencor que peligrosamente promueven los que nos gobiernan hoy.

   

Es que junto a la legítima demanda de justicia por parte de la administración pública vigente, que reclama se aplique el peso de la ley a los que supuestamente (falta probarlo en las instancias legales y en eso trabajan) saquearon los recursos públicos de Tabasco en el sexenio anterior, avanza también una actitud de venganza política de muchos de los que acompañan al gobernador, y la avaricia de no pocos que ven en la responsabilidad que les han encomendado, la mejor oportunidad para hacer negocio y acumular fortuna personal, y también construirse una imagen que les permita en lo futuro competir por otro peldaño del poder público.

    

Hace un año más o menos, abanderado por una coalición de partidos como el PRD, PT, y MC, apoyados por actores políticos de distinta ideología pero comunes intereses (Llegar al poder a como fuera), y ciudadanos que hicieron suya la causa particular de enemigos y detractores del régimen que entonces ejercía el poder en sus postrimerías, un político de prestigio recorría de manera intensa el territorio tabasqueño en la búsqueda del voto mayoritario que lo llevara al poder.

  

 Ser gobernador de Tabasco era para Arturo Núñez Jiménez el máximo anhelo de su vida política y personal, y también era su última oportunidad de lograrlo. Por ello fue que puso en práctica toda su capacidad y experiencia política acumuladas durante varias décadas, y supo, además, sacar provecho del encono y animadversión que políticos y sectores sociales sentían por la administración granierista que no supo, o no pudo, revertir la opinión desfavorable político-social que se generó en su contra, con razón o sin ella.

   

El mandatario tabasqueño actual encontró un filón de oro en la descomposición político-social que ahogaba a su antecesor, y en la estrategia de campaña, además de los recursos económicos que se utilizaron en la empresa de ganar los comicios, también se invirtió en avivar el descontento con discursos incendiarios y con promesas que, hasta ahora, casi seis meses después de tomar el poder, siguen siendo solo eso.

   

Así se percibe, porque de diversas maneras y por varios conductos, todos los días, individuos y grupos hacen público su malestar y reclamos de cumplimiento a las promesas de campaña. Hombres y mujeres que ahora se sienten engañados, exigen atención a sus peticiones y solución pronta y definitiva a los problemas planteados, solo que sus pretensiones se estrellan en las gigantescas murallas de soberbia, incomprensión, incapacidad e ineficiencia de un gabinete variopinto en el que abundan arrepentidos ideológicos, buscadores de fortuna, mercenarios y aventureros políticos, ambiciosos de poder, y novatos inconscientes, entre otros sujetos para los que el poder significa únicamente privilegios y beneficio personal y de unos cuantos, instrumento de venganzas y ajuste de cuentas.

   

La mitad del primer año de gobierno se les ha ido a los responsables del ejercicio del poder, en la permanente construcción de cortinas de humo en tanto tratan de hilvanar un proyecto de gobierno que hasta ahora no se conoce. La persecución de supuestos depredadores del erario público en la administración estatal anterior, utilizando para ello a la institución procuradora de justicia como maquinaria aniquiladora, apoyada en una brutal embestida mediática y en estratégicas filtraciones de información a cierto sector de la prensa, en especial a la radio y la televisión, ha sido hasta ahora un efectivo distractor de la atención de la sociedad.

    

La obra pública no acaba de arrancar, los apoyos sociales no se ven por ningún lado, la credibilidad en el gobierno del Cambio Verdadero se cae a pedazos todos los días, a cada rato se denuncian públicamente abusos y maltratos en las diferentes dependencias, escasean las medicinas, priva la mala calidad de los servicios, trascienden pleitos y escándalos internos, se han  generado ya destituciones y renuncias, se protege a posibles abusadores del poder, y se agobia la conciencia ciudadana con una descomunal campaña mediática en contra de los supuestos saqueadores de Tabasco (no son culpables hasta que jurídicamente se les demuestre lo contrario). Este es el panorama que observan y sufren los tabasqueños en general, es su realidad.

   

No se ve la luz al final del túnel, no al menos este primer año de gobierno, y los hay que se atreven a asegurar que las cosas se van a componer, sí, pero a medida que se vaya acercando el 2015 cuando serán las elecciones de medio sexenio, ese será el marco ideal y el tiempo en que, como por arte de magia, mejorarán las cosas en este maltrecho Tabasco, podremos entonces ser testigos de la ansiada eliminación del impuesto estatal vehicular, por ejemplo, de una repentina bonanza económica, de un inédito repunte en la construcción de infraestructura en todos los órdenes, y de un cambio radical de actitud de funcionarios públicos y políticos.

    

Es probable que sea cerca del inicio del proceso electoral de medio sexenio, cuando podamos ser testigos presenciales del cambio de piel de muchos ambiciosos del poder para poder escalar el siguiente peldaño del mismo, veríamos a violentos lobos transformarse en apacibles ovejas para tratar de volver a convencer a sus víctimas, los ciudadanos electores, y una vez concluido el proceso electoral y obtenida la pretendida victoria, volverle a clavar los colmillos al presupuesto público a costa del sufrimiento y miseria de la colectividad, así como prepararse para intentar mantenerse en el poder más allá del 2018.

   

Como soñar no cuesta nada, hay quienes seguirán pensando que los que hoy gobiernan cumplirán su compromiso de resolver los problemas de Tabasco y sus habitantes, solo que no alcanzan a darse cuenta ni comprender, dormidos de conciencia como lo están y los mantienen, que no pueden aspirar a resolver problemas quienes son artífices de ellos, que no pueden ser precursores de la paz y el progreso quienes generan, alientan e impulsan los conflictos, y que no pueden consolidar el ofrecido y pretendido cambio verdadero aquellos que en el ejercicio del poder público practican buena parte de los vicios de sus antecesores, cometen los mismos errores, alimentan las mismas ambiciones, se manejan con la misma soberbia, y aspiran, igual que los que se fueron y no lo lograron, a eternizarse en el poder, a menos que se demuestre lo contrario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario