¿Quién gobierna a Tabasco?
v ¿A quien eligieron los tabasqueños para que los gobernara, a César Raúl Ojeda Zubieta o a Arturo Núñez Jiménez?
v ¡Muy grave y lamentable es que Núñez Jiménez le saque la vuelta a los manifestantes y demandantes de atención y solución a sus requerimientos! Sobre todo cuando toda la vida ha “vendido” una imagen de político experimentado y de funcionario público experto negociador.
v ¿Por qué rehúye al diálogo directo con quienes le exigen solución a sus necesidades y demandas?
v ¿Es que para el gobernador Arturo Núñez Jiménez solo cuentan como interlocutores dirigentes gremiales de empresarios, industriales, comerciantes, ganaderos, inversionistas, y los pobres le dan flojera o le producen alergias?
Lamentable, y muy triste para los tabasqueños, que su gobernador Arturo Núñez Jiménez no tenga de manera directa una respuesta para quienes demandan atención y solución a los problemas que les afectan y que les han obligado a movilizarse y protestar mediante el cierre de acceso a instalaciones petroleras, carreteras y caminos, marchas y plantones en la capital del estado, y manifestaciones verbales en los medios electrónicos de comunicación, entre otras acciones.
Ante pregunta expresa de reporteros, el mandatario estatal emanado de la izquierda unida en la entidad, mismo que enarboló como slogan de campaña un “Cambio Verdadero” “Por Amor a Tabasco”, ese que se comprometió a hacer las cosas diferentes y a favor de la gente una vez tomara el poder, aquel que prometió desaparecer el Impuesto Estatal Vehicular, y el que juró que lograría el “Borrón y cuenta nueva” para los consumidores morosos de la CFE, expresó que no daría ninguna declaración a los medios respecto del tema de las protestas ciudadanas mediante las movilizaciones, marchas, plantones y bloqueos que tienen de cabeza a Tabasco y su ciudad capital.
Arturo Núñez Jiménez delega en César Raúl Ojeda Zubieta, Secretario de Gobierno, la responsabilidad y obligación de atender y dar respuesta a las demandas de los múltiples grupos y contingentes que se manifiestan en la entidad y en Villahermosa, en demanda de apoyos por parte de Pemex y del propio gobierno del estado, unos por las afectaciones causadas por el siniestro en el pozo petrolero Terra 123, en Nacajuca, y otros por las inundaciones generadas por las anegaciones producto de las lluvias que trajo el frente frío número 20, y otros más por la falta de atención de los gobiernos estatal y municipales a problemas comunitarios de índole económico, social y productivo.
La pregunta que nos hacemos la mayoría de los tabasqueños es ¿Por qué tiene que ser César Raúl Ojeda Zubieta, y no Arturo Núñez Jiménez en persona, quien tenga que dar única y exclusivamente la cara a los grupos de manifestantes, y resolver sus planteamientos? ¿A quien eligieron los tabasqueños para que los gobernara, a César Raúl o a Arturo Núñez? ¿Quién gobierna a Tabasco, el secretario de Gobierno o el propio jefe del Ejecutivo estatal? ¿Hay acaso otro personaje que mueva los hilos de la administración pública estatal por encima de quien representó a la izquierda unida tabasqueña y en las urnas los tabasqueños en su mayoría le otorgaron su confianza?
¡Muy grave y lamentable, se reitera, es que Núñez Jiménez les saque la vuelta a los manifestantes y demandantes de atención y solución a sus requerimientos! Sobre todo cuando toda la vida ha “vendido” una imagen de político experimentado y de funcionario público experto negociador ¿Entonces por qué rehúye al diálogo directo con quienes le exigen solución a sus necesidades y demandas? ¿Es que para el gobernador Arturo Núñez Jiménez solo cuentan como interlocutores dirigentes gremiales de empresarios, industriales, comerciantes, ganaderos, inversionistas, y los pobres le dan flojera o le producen alergias?
Un año tienen los tabasqueños esperando que al gobernador que eligieron demuestre en los hechos las “Toneladas” de promesas y compromisos que contrajo durante su campaña y que no ha podido o no ha querido cumplir. Uno a uno le han estallado durante 365 días diversos problemas de nepotismo, corrupción, omisiones, errores, discrepancias entre integrantes de su gabinete, demandas ciudadanas, inseguridad pública, desempleo, y un “mundo” de asuntos que merecen atención y respuestas contundentes y prontas, y a todo eso, la actitud de quien detenta el poder en Tabasco ha sido oídos, ojos y boca cerrada para solucionar, pero no para continuar la campaña de acusaciones y señalamientos contra su antecesor como “tabla de salvación” y como “cortina de humo”, mientras se prolonga la tan cacareada “Curva de aprendizaje” de quienes solo exhiben su rencor político y sus oscuras ambiciones, en lugar de hacer aflorar sensibilidad social, talento y capacidad para contribuir no solo a resolver problemas sino para trabajar fuerte en la tarea de re-direccionar el rumbo de Tabasco que, hasta ahora, parece ir hacia atrás. (El Gallo Choco, José Rafael Soberanez León)
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