Realidad palpable y el espejismo de un Nuevo Tiempo
para Tabasco
Esta, la que observas en las
gráficas, es una muestra del desdén de quienes tienen la responsabilidad de
brindarle mantenimiento adecuado y oportuno a la obra pública que, en su
momento, fue construida para brindarle servicio de recreación y esparcimiento
al sector de la población en la que se ubica este micro parque.
Es una infraestructura pequeña, tan
pequeña como la cortísima visión de futuro que tuvo quien la concibió y dispuso
su construcción. Es tan pequeña como la población para la que fue edificada.
Sin embargo, no por lo mínimo de su tamaño y equipamiento, merece encontrarse
en tan lamentable estado ruinoso.
Lo que debería ser orgullo de la comunidad,
hoy ha pasado a ser un símbolo de abandono y del valemadrismo de aquellos que,
como ahora, en época de siembra de confianza y búsqueda del voto para llegar al
poder público, o ´para conservarlo, caminan casa por casa con un costal al
hombro lleno de promesas para quienes los reciben en las puertas de sus
domicilios, en espacios abiertos, o en lugares como este que hoy representa un
monumento a la apatía, la negligencia, de funcionarios públicos y de políticos
mentirosos que merecen todo el reclamo y repudio de la gente a la que no una
sino mil veces han engañado, defraudado en su confianza, en su buena fe, en sus
anhelos de un mejor nivel de vida en todos los aspectos.
Los responsables de resolver problemas como
el que presenta esta infraestructura recreativa, han mostrado un marcado
desinterés por cumplir con sus responsabilidades. ¿Cómo creer en sus promesas
de un nuevo tiempo para Tabasco?
El parquecito de la colonia Casa Blanca,
primera sección, requiere no de una “mano de gato” sino de una cirugía
reconstructiva. La malla metálica que circunda la “Cancha de usos múltiples”
está destrozada en su totalidad. El portón está desvencijado. Las paredes están
manchadas por herrumbre, el techo del kiosco está muy deteriorado y le falta
una sección. La jardinería ya no existe, y el piso está plagado de grietas.
El peligro para los pocos que acuden al
lugar, está latente. Quienes se aventuren a jugar están expuestos a sufrir
lesiones graves. Y si deciden estar un rato ahí en las primeras horas de la
tarde-noche, les espera un ambiente de inseguridad pues el alumbrado no sirve y
la se convierte, como muchos dicen, en
una peligrosísima “Boca de Lobo”.
Lugares como este en Casa Blanca, primera
sección, los hay también en otras partes de Villahermosa y del municipio de
Centro, pero también a lo largo y ancho del territorio estatal, son una
realidad palpable, no precisamente un referente del prometido y comprometido
Nuevo Tiempo para Tabasco, sobre todo porque, quien hoy pregona las futuras
bondades de tal slogan, es uno de los que nada hizo por transformar el
deprimente estado en el que se encuentra esta infraestructura que debiera
servir para aportar al desarrollo de la niñez y la juventud, y para mejorar el
entorno comunitario, y no ser hoy, como lo es, una vergüenza para la sociedad,
y una muestra del desinterés de quienes llegan al poder para servirse y no para
servirle al pueblo. (JRSL)
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